lunes, 8 de junio de 2009

PROTOCOLO CDI PARA TÉSIS

PROTOCOLO DE TÉSIS

CONEJILLO DE INDIAS

Tras haber sido educado en una época donde la cultura x empezaba a recriminar toda la falta de atención que sus papás hippies no les habían podido dar cuando fueron niños, educado por Beavis & Butthead, Ren & Stimpy, los más “coherentes” Animaniacs, Tiny Toons y Freakazoid, y por los superhéroes que ya habían entrado en una era de decadencia, y aún en las caricaturas de las 4, Batman se preguntaba casi cada episodio si era correcto lo que hacía, o si era igual de psicópata que sus enemigos, o mejor simplemente declinaba y optaba al exilio; con una facilidad para copiarlos desde niño, y de inventar historias para ellos y personajes de mi invención, empecé a trabajar en una serie de dibujos y cómics, que de un momento a otro me llevaron a la pintura, y ya en la adolescencia al graffiti, y después a la pintura, etc, etc, pero siempre llevando conmigo la escuela visual y conceptual de los locos y fatídicos maestros de mi infancia.
Por mi gusto por artistas como Picasso y Dalí, me adentré más de lleno en la pintura, donde el contenido de autodestrucción y de desgracia existencial se balanceaban por mi gusto de rockeros como Rob Zombie, Trent Reznor, Johnathan Davis, Marilyn Manson entre otros tantos más, cuyo contenido de odio y rencor inspiraron a la creación de una banda de metal propia.
Una vez entrado a la universidad, con un anhelo pictórico muy grande, decliné a este por la impresión de elitismo que la tendencia me emanaba, por lo que, tras conocer a personas como Beuys, Christo y Oldenburg opté por la escultura monumental, trasladando mi gusto pop y vacío a objetos tanto ya creados como creados a manera de juguetes de gran formato, inspirados obviamente en los que coleccionaba de niño, sin embargo de uno a otro momento, la naturaleza estática de la escultura me aburrió, y dejó de ser algo de valor para mí. A la par mi trabajo bidimensional se enfocaba en destruir la idea de belleza que trataron de enseñarme al entrar a la escuela, y la obsesión de muchos compañeros porque las cosas que hacían les salieran bien, y pudieran ser vendibles, dibujando batmen mal hechos con crayola en la pared sin importarme cualquier noción estética que antes haya considerado, influenciado por la obra de gente como Dubuffet o Basquiat.
Y así, de un momento a otro desemboqué en el arte acción. Al principio, como respuesta a la negativa propia a la estática tridimensional de mis primeros trabajos, volviendo como parte de las esculturas tanto el proceso de la creación, como la necesidad obligatoria de interacción con algo que realmente separe su naturaleza de materia muerta con la realidad humana. Un ejemplo de alguno de estos proyectos podría mencionarlos en piezas como “Hombre en llamas”, donde a un maniquí de alambrón solo se le podía exponer en vía pública en llamas, una vez que se apagara, la escultura dejaba de valer algo, y se volvía solo basura. O “La Doncella debe morir”, donde a una muñeca de fieltro tamaño real, se le debía de atar a las vías de tren, como referencia a los villanos de las caricaturas de antaño. En piezas como estas, donde el prejuicio de lo efímero era compensado con la grandilocuencia del momento, partí al trabajo que ahora estoy realizando.
Encontrando que al igual que en una foto, en una escultura o en una pintura, el pensamiento y la expresión se inmortalizaban en formol, sin contacto con la naturaleza humana real, muy alejado de la capacidad creadora y generadora del ser, el factor de lo efímero es una representación directa con el tiempo real, así como contacto directo con los espectadores, una emoción que se vive, no que se contempla, pues la contemplación deforma y da la posibilidad de creación y recreación por medio de la interpretación, marginando la verdad del sentir. Cuando, si algo pasa en el mismo tiempo en el que el espectador, se vuelve parte de su realidad, por más incoherente o fantástico que parezca el momento. Es el momento completo el que se torna en arte, y no la remembranza de lo que ya no está. Ya en la documentación, se puede considerar los pros y contras, la belleza o la fealdad, o todos los puntos que pudieran estudiarse si se quisiese, por el artista, por el espectador o por quien se le antoje. Pero solo será la documentación de un arte que realmente se acepta como dejado de existir.
Más adelante, como parte del colectivo Artistas Trabajando, al lado de Suricato Quintero, Mario Hernández y Dalia Ybarra, el factor acción y penetración sensorial en el espectador, se vuelven los elementos principales para la elaboración de piezas. Aquí, la búsqueda de una reacción obligada del espectador se vuelve la meta principal, y esta reacción en estas piezas casi siempre se vuelve el de la agresión contra él, pero no una agresión directa, sino más psicológica, teniendo como influencia trabajos de otros performancers como Bruce Nauman, Mauricio Cattelan, Gordon Matta Clark entre otros. Con piezas como “La Autopsia”, donde la pieza consistía en sacar el cerebro a la cabeza de un puerco en tiempo real frente a una audiencia en el sótano de una casa alejada de la cotidianidad de los visitantes, donde el morbo los hizo permanecer durante las dos horas de despellejamiento y cortes craneales que les arrojaban pedazos de carne y sangre a sus caras, mientras disfrutaban de una deliciosa botana de frituras de cerdo que los artistas les regalaban, o “Expansión Fuego”, donde introducen la expansión bidimensional a la experiencia performática que Los AT traían en su trabajo. La pieza constando de un dibujo hecho en tiempo real durante la inauguración de una exposición, expandiéndose por todo el lugar con un contenido desastroso visual y conceptual, para toda la estética nice que traían los otros expositores.
Tras el logro del escape del arte muerto, con el afán de introducir no solo lo bidimensional a las acciones, sino bidimensión animada, empecé a estudiar las posibilidades que la multimedia podía aportarme, y en esta nueva búsqueda, me encontré con la facilidad de aliar el sonido con los performances, inicialmente influenciado por grandes músicos industriales como Ministry, Nine Inch Nails y Rob Zombie entre otros, en la búsqueda llegué a conocer a otros personajes relevantes como Stockhausen, Xenakis, y después más apegado a mi trabajo en general Georges Aperghis.
La iniciación a lo sonoro comenzó tratando de fundir la plasticidad y conceptualidad que estaba usando con la maleabilidad de la sonoridad digital, destacando piezas como “Re_Co_De”, que consistía en la acción de recomponer desde el ruido, sonidos puros que ocasionaban la saturación, teniendo al final del acto la voz de George Bush y chillidos de puerco; o “El Primer Viaje a los Infiernos”, que consistía en varios procesos para su concretización total; la pieza consistía en un sonoro de 12 horas consecutivas, sin repetición, creado por el traslado de las letras de los diálogos de cuatro capítulos del cómic Spawn de Todd McFarlane a números que después se trasladarían a las teclas de un sintetizador, donde previamente se crearon sonidos específicos por cada personaje de la historia, según las características anímicas y de trasfondo de estos últimos. Después este sonoro era instalado en un túnel de elevador de tres niveles, teniendo tres fuentes de sonido dentro del túnel. La primera fuente era prendida a la hora del inicio de la pieza, la segunda, una hora más tarde, y la tercera, una hora después. La cabina del elevador se interviene para causar el efecto de luz roja dentro de ésta, y afuera de cada salida en cada piso, se colocan collages que representan el nivel del infierno por el que pasas, estos collages con imágenes pop de la época en la que el cómic fue publicado por primera vez, iluminados con focos rojos y montados en tarimas podridas. Al pasar las 12 horas, la pieza era retirada y terminada.
Pero, una vez más, habiendo sido excluido por el elitismo mediocre del mundo del arte, ya cansado de tratar de encajar y de que el arte que hacía, resultara, decidí ceder. Pues ¿para qué pelear en un mundo de paradoja en donde se te enseña a ser libre de expresión, cuando debes someterte de una u otra forma a lo establecido? Era mejor dejarlo atrás y seguir; trabajando quizás en privado, pero ya no tratando de gustar, pues de nada sirve eso, si no puedes aprender primero a ser hipócrita.
Tras esta nueva crisis en contra del arte mismo, comencé más a pensar que a crear, y obviamente a pensar en lo asqueroso e impenetrable que el mudo artístico era, mientras que a su vez tenía la presión de antes de declinar totalmente debía de terminar la carrera; así que traté de empezar a pensar también qué podría hacer para el final, como “celebración” y conclusión de todo lo que había venido haciendo, juntando la escultura, la acción, el dibujo, los sonoros… y a la vez denotar la influencia caricaturesca sarcástica e irónica de la escuela de Mtv de los 90´s, desde Daria hasta el System of a Down.
Con solo una interrogante, empecé a trazar líneas de qué podría ser el proyecto con el cual me titularía, y mientras tomaba una elitista y talvez hasta racista y clasista clase de multimedia, dibujé una repugnante y grotesca criatura, a la cual, le hallé forma de cuyo o conejillo de indias, más que a otra cosa, pero ¿qué era para mi proyecto de titulación este feo personaje? Lo primero que me venía a la mente era hacerlo en escultura a manera de mega peluchote, como los que había estado haciendo antes, pero también tenía la necesidad de integrar esto al performance y la multimedia, por lo que pensando en grandes espectáculos como una versión que ví de la ópera de Carl Orff Carmina Burana, la presentación de The Wall en Berlín de Pink Floyd, la gira Lights in the Sky de NIN, la ópera Storm de Aperghis, la opera de siete días de Stockhausen, Litch, y Der Ring des Nibelungen de Wagner, y quería meter esa gran escultura del Conejillo en un espectáculo donde pudiera usar todo lo que aprendí en mis clases de multimedia y electroacústica. Pero no se me ocurría nada.
Con este bloqueo mental, lo único que me quedó, fue empezar a escribir acerca de lo que pensaba que podía ser, así que escribí todo cuanto me venía a la cabeza, recopilando este raro análisis de lo que me pasaba y parecía pasarle al mundo, desde mi perspectiva subjetiva, que a los ojos ajenos podía ser concebida como inmadurez y falta de realismo, como el monstruo perfecto que era el sistema, no solo artístico, sino el sistema en general. Y con la presión que traía para sacar un proyecto para la escuela, la primera palabra que me vendría a la mente, dentro del ¿qué? Fue Ópera. Aún no sabía que demonios haría, pero recordaba mis enseñanzas en el software Max Msp, sus posibilidades, y otro performance mío donde usé a dos cantantes de ópera, con resultados muy satisfactorios.
Y de entre esa maraña de letras que mis escritos traían, el primer concepto más o menos lógico que encontré para justificar el ¿qué? Conceptual fue La Maduración. Término que podría describir por completo la raíz de mi deserción, que luego de tanto tiempo de presión, de un momento a otro cedería, y ese momento estaba por suceder, quizás lo que ocurría era inmadurez, así que todo se resolvía en la acción de madurar para conseguir algo en realidad.
En la búsqueda de una coherencia, deduje que lo lógico, teniendo las influencias de Wagner y Stockhausen, sería dividir mi ópera en x cantidad de actos, por lo que decidí que fueran cuatro las etapas de la pieza, que ya formalmente se llamaba Conejillo de Indias.
Para empezar a concretizar la idea de mi proyecto decidí dividir la pieza en las distintas etapas en la vida del ser para madurar y convertirse en el Conejillo de Indias del sistema:
1.- La Libertad
2.- La Maduración
3.- El Ascenso (a Conejillo)
4.- El Experimento

Una vez habiendo fijado los terrenos donde me desenvolvería el siguiente paso era poblarlos de ideas, razones, y construir una lógica para dentro de sí.
Había elegido este orden a manera de tratar de definir los estados de la vida del ser desde el momento en el que es libre hasta el que ya no le queda nada de su libertad, creando aquí, solo con nombrar mis actos, la tragedia de la automutilación, donde el hombre no es despojado de su libertad, él la regala a cambio de integración a la sociedad, que tan suculenta le habían mostrado que era.
Siguiendo escribiendo la mitología dentro de la pieza, los conceptos dentro de cada acto ya habían sido delimitados:
1.- En el acto de la libertad, el ser nace libre, pero es enseñado a necesitar la falta de libertad, se le muestra que está mal ser libre, pues se necesita del soporte de la sociedad, y no una segunda opción para ejercer la libertad, sino siendo exiliado.
2.- Así que, voluntariamente, el ser aprende a perder su libertad madurando.
3.- Y una vez que ha madurado, tiene la oportunidad de ascender del estado de bestia libre a partícipe del sistema.
4.- Como Conejillo de Indias, debe de servir para un experimento, que vendría siendo aquí la sociedad misma.

Creado a grandes rasgos la historia que tenía que desarrollar, debía de conectar todos los puntos a mi disposición y encontrar una lógica entre sí. Así que lo primero era definir la lógica temporal de presentar los actos, si realmente importaba el orden de presentación o no, y motivado por la falta de coherencia temporal que usaban artistas como Tarantino en sus cintas, o como el orden de presentación del Cremaster de Matthew Barney, entonces decidí que no importaba el orden de las ejecuciones, siempre y cuando todas se llevaran a cabo.

Por el comienzo de mi proyección, la primera escena que definí fue la de La Maduración, habiendo concretizado, una experiencia primeramente de asimilación conceptual, donde la conciencia de un progreso de maduración debía de ser denotado antes que todo, luego, quería utilizar la generación espacial sonora, y a la vez alguna experiencia visual que atrajera forzosamente la atención del espectador por la carga de la escena.
La escena de la Maduración, consistió en un performance realizado por la intérprete Dalia Ybarra, donde ella se disfrazaba de un personaje infantil, basado en la caricatura de una niñita ávida por madurar y volverse un conejillo de indias, un personaje al que denominé como L´Avidez. Ésta tendría que decir 100 palabras, las cuales serían conseguidas en un cuestionario sobre la opinión de gente sobre la maduración en una palabra, dividiendo la lista en 50 términos míos, 35 de gente que conozco y 15 de gente desconocida en internet, siendo ordenadas las palabras por: mis palabras, las de mis conocidos, y las de mis desconocidos ( El orden haciendo alusión a la impresión propia sobre la maduración, donde primero se considera desde una perspectiva propia, luego una familiar y más tarde una general). Las palabras en vivo serían ingresadas en un patch de Max Msp, cuya función sería la del retraso del audio, que progresivamente se distorsionaría, causando de un momento a otro el caos sonoro de la saturación, aludiendo aquí a la saturación de las ideas en uno mismo, en este caso la de la maduración. Ya para complementar el impacto de la “puesta en escena”, L´Avidez dijo sus 100 términos a un micrófono ubicado en una microfonera creada por los cráneos de 15 puercos amontonados. Sirviéndome estos para fortalecer la historia en general, la mitología del Conejillo que más tarde justificaría por completo.
La pieza fue presentada en el festival multimediático par-a-par, en Noviembre del 2008.

La siguiente idea que se fue complementando con mayor facilidad fue la del Ascenso, en la cual empecé la subdivisión de este y los otros actos de la ópera; esto para poder construir de una mejor y más ordenada manera, la historia del Conejillo en general.
Para el ascenso contemplé dos maneras de ascender luego de haber madurado: La bien hecha y la mal hecha. Esto pese a mi subjetividad u opinión con respecto a lo que sucede en la historia desarrollada.
A la mala manera le nombré Wanabe, y a la buena La Gran Transformación, dividiendo así el tercer acto en 3.1 Wanabe, y 3.2 La Gran Transformación.
Para el sub-acto 3.1, cree una versión muy chafa de un video con extractos de todo lo que me encontré en imágenes, videos y música, inspirado primeramente en el cine zombie de tercera categoría, o menor, en especial una cinta de Len Kabasinski llamada Swamp Zombies, y en la recopilaciones que hacen los vendedores del discos en el metro. De la cinta Swamp Zombies nace la teoría de que el sistema es un zombie, por el símil del zombie cinematográfico con éste, y así, aquí, el sistema toma forma de un zombie de tres ojos (por el bien, el mal y el talvez) llamado Pensamiento Sistemático Social, por sus siglas PSS.
A la par, el acto 3.2, tenía que ser un acto en extremo clímax, puesto que uno de los momentos más trágicos de la historia sucedía aquí, y con esa palabra tan fuerte, como lo es Ascender, la gran transformación debía de parecer una metamorfosis que hiciera que la pieza total valiera la pena.
Nunca pude sacar de mi cabeza la literalidad de esa palabra, así que para que la pieza pudiese ser realizada como yo lo necesitaba, fijé como condición que la pieza debía de ser realizada sobre un elevador en ascendencia.
Comprendida por una cantante que basaría su interpretación en una serie de dibujos que un amigo artista (Mario Hernández) realiza para la pieza a modo de partitura, y un baterista a su vez interpretaría el sentir de la cantante como instrucción para el desarrollo de su parte. Como el espacio de cualquier elevador es limitado, disminuí la población espectadora a tan solo 11 personas, más yo (para la documentación), más la cantante, más el baterista y su batería, más un anfitrión, que en este caso decidí que fuera la representación del wanabe, en forma de rata. Teniendo como personajes del performance a Cristóbal Gracia como La Rata Wanabe, Cesar Brito como El Latir (por el latido del corazón, la batería) y a Vianney Romero sustituyendo a la primera cantante (que a la mera hora deserta) como El Ser Ascendiendo.
Los 11 visitantes, elegidos v.i.p. pasarían por una sección del lugar para ver proyectada la parte 3.1, y luego, la Rata los llevaría al piso donde cada uno abordaría el elevador cuando la pieza estuviese en marcha. El Latir y El Ser Ascendiendo subirían en el sótano y cada piso, ella iría exagerando mientras que un invitado sube por cada piso; al llegar a la cima de la torre, los intérpretes bajan de la cabina, y La Rata regresa a los invitados a su piso predeterminado. Los invitados estaban obligados a traer una cámara para grabar el evento, y pasar por el papel del sistema, y más específicamente a otros conejillos que le dan la bienvenida al ser, ahora que se vuelve uno más con ellos.
Pero a pesar de la organización de la pieza, debido a las necesidades del espacio, ésta se retrasó demasiado por los trámites burocráticos para que el Cenart prestara el elevador de la Torre de Información, el cual era el perfecto para la realización.
No fue sino hasta principios de Diciembre cuando la pieza pudo ser realizada.
Mientras tanto, los actos I y IV iban tomando más forma.

Habiendo ofrecido La Escuela Superior de Música un espacio para la presentación de una escena del Conejillo, apresuré la conceptualización de estos, y decidí presentar ahí, en el Festival de Música Electroacústica Chepina Yoshimoto, la pieza 4.1, titulada El Aislamiento; contemplando, que igual al acto III, el acto IV se dividiría en 4.1 El Aislamiento y 4.2 La Experimentación.
En el Aislamiento, como la idea era representar el ingreso del ser a la jaula donde será atrapado durante la experimentación del sistema, debía de ser un ligero acercamiento, al acto, que ya aquí, definí como el acto principal, el más complejo, donde se conjuntarían todas las ideas sueltas que había estado escribiendo en lo que ahora se copilaba en la bitácora del Conejillo, un blog abierto especialmente para llevar un orden dentro de las ideas, los procesos y la documentación de la ópera total.
Para el Aislamiento empecé a recurrir a la instalación y la animación como complementos esenciales de la escena. Consistiendo ésta en un acto sonoro, donde el pianista Jorge Medina interpreta a El Carcelero, sujeto que recibe al ser al experimento, y que toca el poema El Desprendimiento de la Libertad, una bienvenida y una amenaza para el nuevo Conejillo, la letra, como en El Viaje a los Infiernos, es traducida a las teclas, pero ahora de un piano de cola, simbolizando este, la elegancia elitista del sistema; debajo de éste se coloca una tabla con 15 leds, los cuales se puede decir, son la evolución de las cabezas de puerco de La Maduración, las cuales alguna vez fueron repugnantes, y ahora son luces en la oscuridad. Sobre El Carcelero se pone una animación que acompaña el texto del Desprendimiento, un video llamado Por Encima de la Ley, donde un cochinito corre y corre hasta que un Conejillo gigante lo devora, luego, L´Avidez aparece multiplicándose, y finalmente aparecen de entre las sombras los tres ojos gigantes y malignos del PSS. La sala donde la pieza se presenta es intervenida por una instalación sonora por debajo de los asientos, la cual emana sonidos de borregos y moustros por el estilo, siendo estos, los compañeros de celda del ser, por el resto de su vida.
La pieza se presenta en Noviembre del 2008.

Y ya teniendo todos estos actos, el inicio de la ópera es escrito.
Subdividí el primer acto en 1.1 Ser Libre a pesar de ser libre, y 1.2 El Juicio.
El sub-acto 1.1 a su vez se divide en 1.1.1 El Origen y 1.1.2 El Exiliado.
El 1.1.1. Narra un origen de la mitología del Conejillo, donde, en la evolución de la razón humana, los sabios toman el poder y guían a las tribus en el despertar de la vida; sin embargo el hombre fuerte y terco decide que la sumisión ante los listos es injusta, por lo que los destierra, y empieza el mandato de la raza en completa ignorancia y animalidad, por lo que entonces todo empieza a decaer. Cuando el nuevo rey se da cuenta de la falta de la inteligencia, el sabio acepta la servidumbre solo por salvarse a si mismo de la inhalación, y así, la historia continúa similar hasta nuestros días actuales.
La historia es narrada tanto en las páginas de la bitácora, como en dibujos hechos solamente para ser escaneados, guardados en el blog-bitácora y luego ser destruidos. Solamente ahora están ahí, y en un dvd que documenta los actos que han sido presentados hasta antes del 2009, llamado Conejillo de Indias Serie I.
La escena 1.1.2 consta de una acción que hace referencia directa al papel de la religión dentro de la historia del origen que he contado, donde se narra como Satán es el primero en revelarse a un primer zombie, que sería Dios, por lo que es severamente castigado; tras comprender su terrible error, él va a un templo a rezar por la salvación de su alma ¿inmortal?.
La acción constaba del simple acto de disfrazarme de Satán e ir a una iglesia verdadera a rezar, retando la idea de la libertad en un país tan religioso como lo es México.
La acción también se realiza en diciembre del 2009.
El sub-acto 1.2 del Juicio finalmente empieza a dejar ver la simbología de los puercos y las luces, narrando la historia de 15 niños que juegan a un juicio, donde están juzgando a uno de ellos, porque quiere seguir siendo niño; en la historia original, el juez decide que es culpable de querer ser niño, y ordena a los otros 13 que lo maten y lo entierren en el desierto.
La pieza constó de un performance totalmente libre donde se juntaron unos niños y se les explicó la idea general de un juicio, se les planteó la idea de juzgar a un niño que quería ser niño, y al final, ellos tendrían una resolución exenta de subjetividades deductivas.
Esta pieza también fue realizada en diciembre.

Tras completar esta primera serie de escenas del Conejillo de Indias que conforman la Serie I, puedo ya empezar a dirigir el texto hacia el motivo principal del mismo:
El Protocolo de tésis.

He elegido al Conejillo de Indias como proyecto de tésis, como ya lo mencioné entre líneas anteriormente, y seleccioné la manera de bitácora por su desenvolvimiento monumental a lo largo del tiempo.
La bitácora incluirá el contenido de la serie I, con todas sus referencias conceptuales, visuales y sonoras, así como la concretización de la segunda serie, la cual consta de los sub-actos 2.2 Orgullosamente con Insomnio, y 4.2 La Experimentación.

El 2.2 se comprende de una serie de entrevistas videograbadas, en las cuales se hace una simple pregunta: ¿Qué quieres ser de grande?, este cuestionario llevado a cabo a distintos tipos de persona, jerarquías sociales y edades.

Mientras que el acto 4.2 trata de la existencia del Conejillo dentro del experimento que es la sociedad. El sub-acto se divide en 5 escenas de 20 minutos, ordenados por el papel vivencial del conejillo dentro de su propia jaula:

4.2.1. Sobre la Ironía
4.2.2. Sobre la Manipulación Mental
4.2.3. Sobre la Infraestructura Social
4.2.4. Sobre la Tortura
4.2.5. Sobre la Perspectiva de la Maduración

La escena reúne 7 horas y media de video animado dividido en cuatro pantallas, 2 horas de audio paneado para instalación sonora (como en el Aislamiento), el Conejillo de Indias gigante, la participación de 3 contrabajistas como El PSS, 3 cantantes como Aglae, Eufrosine y Talía, un contrabajista como El León de la Rebelión, 2 guitarristas (entre los que está Dalia Ybarra nuevamente) como Los Laboratoristas, un pianista (Jorge Medina) como El Carcelero, y una parte de escenario interactivo, quienes representarán el cinismo del PSS para sus conejillos, la manera en la que los mezmeriza sin control alguno para controlar así una gran ciudad industrial, que representa a la sociedad; y que cuando, el Conejillo llega a siquiera pensar en la idea de la posibilidad de una vida diferente, merece ser castigado como bestia, hasta que o aprende a amar el lugar o aprende a que al madurar cometió el más grande error en su vida.

La manera de bitácora que había pensado para la entrega del proyecto considero que debe de ser entregada más que como documento explícitamente impreso, debería de ser entregado como documental en dvd, puesto que, por su naturaleza audiovisual, solo el concepto y la mitología de la ópera podrían ser comprendidos del todo dentro de las páginas tediosas de un documento como este, mientras que por otro lado, el dvd documental, mantiene a la mente al pendiente, y a la vez muestra de una manera más coherente con la pieza, el contenido completo con el proceso verdadero y hasta con una explicación gráfica más contundente.