Como parte de mis exposiciones, una serie de performances que tienen una temática más conceptual que estética, requería del préstamo de las instalaciones, específicamente el elevador de la torre de investigación del centro nacional de las artes en la ciudad de México, me atreví a hacer esta solicitud porque en junio de este año, como parte de eventos del festival 90° , el departamento de manteniento del mismo me prestó y ayudó a hacer una instalación sonora, excelentes personas, agradables y cooperativas, ellos mismos sugirieron que estaría bueno usar el elevador grande del cenart, sin embargo la pieza de la instalación requería mucho cableado en el elevador de 3 pisos, razón por la cual no pude hacerla en el de 11.
Cuando empezé la serie del Conejillo de Indias aparté una escena apta para el elevador al que se me invitaba.
Una vez teniendo los contenidos específicos, considerando las limitantes y las posibilidades fuí con los de mantenimiento, portándose nuevamente grandiosamente, sin embargo me pidieron que para ayudarme necesitaba ir con un tal SALVADOR ORTEGA, DIRECTOR TÉCNICO DEL CENART, con una carta de la escuela (La Esmeralda) para cumplir los requisitos burocráticos que ahora se requerían.
Para la carta no hubo problema puesto que no tuvo que pasar por Othon Tellez, absoluto odiador de la artes accionistas y director de la enpeg, y entonces la llevé a las oficinas donde se me había dicho que debía de llevarlas, la secretaria, una muy amable señorita me atendió de buena gana e incluso le emocionó mi proyecto: Un baterista tocando el recorrido en el que el elevador tarda en recorrer toda la torre y ya.
No me llamaron y fuí a ver qué había sucedido:
El hombre del que hablo, me recivió decentemente, me oyó hablar de lo que planeaba hacer, y fue cuando terminé cuando gritó un fuerte NO, primero diciendo que por mi plan de poner al baterista sobre la cabina era peligroso, propuse entonces ponerlo dentro de esta, y entonces surgió el segundo de sus pretextos, que era que si alguien quería usar el elevador en esos 5 minutos que tardaba en realizarse el performance, iba a sufrir debido a la inecesidad de mi trabajo, aún cuando hay dos elevadores sirviendo para la torre, traté de encontrar el permiso justificandolos como trabajos de la escuela (lo cual era cierto), y dijo que el cenart no estaba para servirle a ninguna escuela, y menos a una de "pintoretes" como la esmeralda, que el le daba prioridad a la gente de la torre y luego se preocupaba por tratar de ver por los estudiantes, traté de justificar mi petición con el apoyo de los maestros y los de mantenimiento y dijo que si ellos me apoyaban era porque eran de cerebros chicos, no como el, que por algo era la cabeza del cenart, y que solo me atendía para justificar su sueldo...
Mejor me fuí, al salir, la secretaria y todos los que oyeron del proyecto me preguntaron emocionados si sí lo haría, pero pues no.
¿Qué clase de personas se contratan para cierto tipo de labores?
Ni siquiera sabía pronunciar bien performance, ni siquiera a de haber entendido nada de lo que le hablaba, negando las nuevas artes solo por la incompetencia y la egomanía, seguramente lo único que ha de tener en mente es acomodar sus papeles en orden alfabetico y arreglarse la corbata dos horas antes de salir de su casa a trabajar.
Como sea, por su segundo pretexto estúpido y su negativa, a menos que ceda ante las peticiones, el 6 de diciembre como lo había planificado, estacionaré al conejillo gigante afuera de la torre, impidiendo el paso a los que entren, todo como resistencia pacífica exigiendo apoyo, coherencia, o por lo menos una explicación razonable.
A cualquiera que me quiera apoyar, es viernes 6 de diciembre, cuan temprano como pueda...
pablo suárez
etis hagen
spike zombie
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