1.1.1
El Origen del Zombie
La necesidad de la generación de éste segmento
no surge sino hasta la edición y conjunción que se crea durante la elaboración
recopilatoria número uno, la cual se llamó “CDI Serie I”, como pretexto de la
unificación de la pieza a través de una sola línea histórica, como antes
comentaba; así que primero se elaboró un planteamiento de la historia con base
a lo que había establecido luego de los primeros actos realizado y las primeras
conceptualizaciones, la primera fase narra cómo nacen personas listas, personas
fuertes y personas comunes, así que en la búsqueda de poder, una lucha se
desata entre los sabios y los fuertes, ganado los últimos, desterrando a los
enemigos y autoproclamándose reyes de la humanidad; sin embargo con el tiempo
la ignorancia y el conformismo llevaron al caos y la desestabilidad, por lo que
tras varias pláticas con los exiliados, incorporan a los sabios como maestros
dominados a la fuerza, quedando entre la tortura del existencialismo sumiso y
la del hambre y la desolación. La historia narra cómo a lo largo de la historia
las revoluciones y las revueltas son saboteadas por infiltrados, teniendo paz y
cambio como método de control masivo, pero solo como máscara el mismo poderío
que siempre había habido, hay, y habrá; es este poderío al que más adelante se
explica como P.S.S. (Pensamiento
Sistemático Social).
La narrativa pretexto para la Serie I nace
tras la realización de escenas como La
Maduración, Wanabe Zombie, La Gran Transformación, Ser Libre a pesar de ser
libre, El Juicio y El Aislamiento
(de los cuales hablaré más adelante con mayor detenimiento), así que solo se
vuelve complemento para éstos; por lo que el medio que decido para su
representación es el dibujo, pero no de una manera de presentación formal, o
siquiera físico, sino como documento histórico, tratando de establecer ahí el
vínculo con las necesidades específicas de la escena.
El
Origen del Zombie (más adelante igualmente se
mencionará el motivo de la denominación zombie) consta de 10 dibujos en tinta
realizados en hojas bond tamaño carta, arrugados, deteriorados y marchitados,
documentados por medio de scanner y luego destruidos por completo y botados,
conteniéndose su existencia solo en la documentación de las mismas, jugando con
el factor efímero que mi línea de trabajo había llevado, y creando así el lazo
con el resto de los performances; tomando de partida como fuente de inspiración
y conexión con mi subjetividad artística la influencia que personalmente
tuvieron los cómics durante mi crecimiento, elemento que ya había utilizado
desde el Batmen book hasta las mismas
caracterizaciones surreales de casi cada performance; y específicamente sirven
de inspiración para su elaboración el trabajo que realizan los ilustradores Frank Miller en su serie Sin City, y Greg Capullo en su periodo de trabajo en la serie Spawn (ver también lo referente al Primer Viaje a los Infiernos, que
menciono antes), esto en cuestión de trazos y formas.
Ya en la cuestión conceptual, la línea se va hacia el arte procesual, siendo el transcurso de la materialización, la documentación y la desmaterialización más la pieza que los dibujos mismos, que vinieran siendo solo un elemento en medio en el transcurso del devenir propio de la pieza verdadera; puedo mencionar de ejemplo aquí a la artista Eva Hesse, refiriéndome en específico a sus piezas efímeras de materiales deconstruibles. Ya en cuanto al papel de la documentación, y su valor dentro de la pieza misma, como punto intermedio de ella, menciono a Walter Benjamin citando “El pasado solo es atrapable como la imagen que refulge, para nunca volver más, en el instante en que se vuelve reconocible”11, teniendo aquí el valor máximo de la construcción interna del porqué mediático de la pieza.
Las fotos se mostraron tanto en el blog bitácora del conejillo, como en el DVD de la Serie I, y muestro un par de ellas a continuación:
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