domingo, 10 de junio de 2012

4.2.1 Sobre la Ironía


4.2.1 Sobre la Ironía

Abre escena; el conejillo recién insertado, una vez que el ser ha ascendido para volverse un conejillo de indias, ingresa al aislamiento del gran experimento, donde El Carcelero lo recibe, y mete con los otros millares de conejillos iguales. La escena inicia justo después de que el PSS, ya como carácter, sigue pavoneándose  de su omnipotencia, y restriega en las caras de sus orgullosos esclavos su monotonía dentro de la jaula, y en una serie de declaraciones agresivas que parecen mentira, la ironía resulta que lo que parece tan solo pura altanería, es la cruda realidad.

La pieza es comenzada por El Carcelero, que recibe a la audiencia y va a tomar su lugar con el resto de los personajes, que se encuentran ya en escena, y reinicia la última escena del Aislamiento, la del PSS mirando, luego las pantallas muestran una serie de frases que suponen un cinismo de poder, muy al estilo de las piezas de Jenny Holzer o Barbara Kruger, donde el mensaje es parte primordial de la pieza. Los cardenales PSS empiezan un juego de cuerdas, y luego los tres ojos del sistema, el bien, el mal y el talvez se ponen en las pantallas principales, mientras que el Conejillo especifica las entrañas de su ser; las Desgracias entonan  textos deprimentes de una realidad oprimida y socavada, el Carcelero se vuelve cómplice de los amos de la jaula principal, y los mensajes siguen y siguen, hasta dar fin a la escena del inicio de esa vida anhelada, y la pantalla del conejillo menciona “god is on the televisión/god is the televisión”. El PSS de las invitaciones VIP del Ascenso de la Serie I aparece de repente.

El texto como elemento estético es utilizado desde La Maduración hasta la valoración misma de la bitácora como parte de la pieza; o quizás puede ser un acto de inmediatez y asociación mental. Los puristas conceptuales y la eliminación de lo visual es hipócrita, pues el texto no es más que una puerta más, que no obliga necesariamente a la eliminación del medio visual, ni viceversa; como vemos en la obra de Kruger y Holzer, el estetismo continúa vigente desde el cómo y el contexto; teniendo que el texto solo son hipervínculos para construcciones mentales que acrecientan la pieza, pues en el texto no es una sobrecarga en cuadros como “El Hombre en una encrucijada” de Diego Rivera, o “La muerte de Marat” de Jacques Louis David, son hipervínculos que se tornan ventanas conceptuales a panoramas mentales que no restan valor a los contenidos visuales o plásticos, sino que los dota de realidades exteriores a las de lo que se percibe, instigando a la continuación de la pieza en niveles filosóficos, políticos, históricos, poéticos, pues, finalmente no por más sorprendente y hermosa que sea la fachada de un edificio no significa que no valga la pena lo que pasa dentro de él, o viceversa. En cuanto a conceptos e ideas refiere Sobre la Ironía, puedo mencionar necesidades humanas recalcadas en textos como las Tecnologías del Yo Omnes et Singulatim Crítica de la Razón Política22 ( Foucault,1982), donde se menciona sobre el papel del pastoreo como referencias sociales directas; “El pastor ejerce el poder sobre un rebaño más que sobre su tierra. El pastor agrupa, guía y conduce a su rebaño. El papel del pastor consiste en asegurar la salvación del rebaño. El ejército del poder es un deber” (Foucault, 1982, páginas 100 y 101), llamando a esto tecnología pastoral, que se basan en aspectos de obediencia y responsabilidad, mencionando también (Foucault, 1982, en p.113) que “la obediencia es una virtud, un fin en sí”, además de (Foucault, 1982, p. 124) que “el hombre necesita de alguien capaz de abrirle el camino de la felicidad celeste a través de su conformidad”; así, también Antelme menciona sobre la sumisión no oculta “Sumisión, sujeción, servidumbre, subsanción, siempre en nombre del todo al que se le exige terminar con su parte, la que triunfa, sin embargo, como un todo, por sí sola”, también mencionando que “un sujeto no se define por su conciencia libre, sino por su entendimiento sometido, fabricado para consentir la obediencia”36 (Antelme, 1947); estas citas con respecto al estado de sometimiento en el que el ser se encuentra durante la fase de Sobre la Ironía.

Y Sobre la Ironía misma se habla aludiendo a los medios, al sometimiento causado por éstos, tan evidente, tan presente, que parece no estar, pero lo está, tal como las frases saturadoras en este capítulo, tanto como las palabras que cruzan entre nosotros, siendo órdenes religiosas, órdenes políticas, órdenes de mercado, órdenes fashionistas, pero tan elementales que pasan desapercibidas. No pudiendo dejar atrás pensamientos como los de Debord (nuevamente) que dictan “El espectáculo se presenta como una enorme positividad indiscutible e inaccesible. No dice más que "lo que aparece es bueno, lo que es bueno aparece". La actitud que exige por principio es esta aceptación pasiva que ya ha obtenido de hecho por su forma de aparecer sin réplica, por su monopolio de la apariencia.”31 (Dubord, 1967). Mencionando la irónica y cínica obviedad dentro de la pieza como parte de sí. “La sociedad portadora del espectáculo no domina solamente por su hegemonía económica las regiones subdesarrolladas. Las domina en tanto que sociedad del espectáculo. Donde la base material todavía está ausente (…)Si el espectáculo, contemplado en sus diversas localizaciones, pone en evidencia las especializaciones totalitarias de la palabra y de la administración social, éstas llegan a fundirse, al nivel del funcionamiento global del sistema, en una división mundial de tareas espectaculares.”31 (Debord, 1973. p. 16)

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